La salsa teriyaki es uno de los condimentos estrella de la cocina japonesa que tiene más aceptación en occidente. Aunque el nombre se relaciona siempre con la salsa, el nombre se debe a una técnica gastronómica, donde los alimentos son untados con la salsa teriyaki y luego asados.
Características:
- Ingredientes: tamari soja, mirin, sirope de arroz y jengibre
- Certificado ECO: SI, CCPAE
- Contenido neto: 250 ml, 500 ml, 5 l
- Recomendaciones de uso: salsa de soja dulce.
- Conservación: Mantener en un lugar fresco y seco.
- Caducidad: 24 meses
- Alérgenos: ninguno
La salsa teriyaki se utiliza para aportar un toque dulce y umami a cualquier plato. Es un gran potenciador de sabor. Los platos que se condimentan con salsa teriyaki se caracterizan por su brillo y su tono acaramelado. De hecho su nombre significa esto, “teri”, que se traduce como “brillo”, por el brillo que le da la salsa, y «yaki», se refiere al método de cocinarla, que es asado.
Todo y que es una de las salsas japonesas mas conocidas, hay hipótesis que apuntan que el origen de la salsa es fuera de Japón, con una historia similar al California roll o la cocina Nikkei; pues se cree que fue inventada por los primeros emigrantes japoneses que se asentaron en Hawái que mezclaron la salsa de soja y el sake con ingredientes locales que aportaran dulzor, untuosidad y brillo al alimento. Una de las versiones que tuvo más éxito fue con zumo de piña, pero para que se le pueda llamar salsa teriyaki ha de tener salsa de soja y mirin, que es un sake dulce . Recordar que el sake y sobretodo el mirin se utiliza para aportar dulzor y realzar el sabor de los platos. El sabor final de la salsa variará en función de los demás ingredientes empleados y de sus proporciones.
La salsa se utiliza generalmente para adobar carnes, aves, verduras y pescados antes de asarlos a la parrilla. Incluso se utiliza para los tallarines al wok. El plato mas conocido seguramente es el pollo teriyaki, donde esta salsa se utiliza en mucha abundancia, impregnando bien el pollo antes de cocinar, mas que pintar se sumerge en la salsa y se deja adobar unos 30 minutos. Luego se asa con la salsa. No es necesario añadir ningún aceite vegetal pues la propia salsa evita que el alimento se pegue. Si queremos que el plato tenga más intensidad, es recomendable continuar añadiendo salsa (con un pincel) mientras se termina de asar, o incluso añadir una última mano una vez sacado de la parrilla, donde también podemos agregar jengibre y cebolletas como adorno.
Su uso como salsa a traspasado todas las fronteras y la podemos encontrar en conocidas cadenas de pizzas o hamburguesas, utilizándola como una dulce salsa barbacoa.
